lunes, 12 de febrero de 2018

Una prima, muchos "primos" y algún cuñado que otro


Un par de días después de vencer con toda justicia al Fuenlabrada en Pasarón, un compañero de tertulia sacaba a la luz en Radio Pontevedra la noticia de una prima abonada por la Presidenta del club a nuestros futbolistas tras el encuentro, se supone que en compensación por el buen trabajo realizado.
En ningún caso los jugadores sabían de la noticia con anterioridad al partido. Aquellos que piensen que ese premio económico pudo servir de estímulo para los jugadores granates en su pelea con el líder se equivocan pues la existencia de esa prima fue comunicada por sorpresa a los jugadores después de la victoria.

Lo curioso de esta noticia (por lo menos para el que esto escribe) no es por tanto el argumento fácil de que los jugadores pudieran haber puesto mayor ahínco en el partido por causa de la dichosa prima pues no eran conocedores de la misma sino el hecho extraordinario de que la entidad se haya gastado un dinero (por poco que este sea) en estos menesteres.
Alguien con alguna malicia podría pensar que dicha cantidad con la que se decidió premiar a la plantilla por obtener la sexta victoria en veintitantos partidos pudiera corresponderse con algún remanente que podría haber quedado en caja de la partida destinada a “reforzar” al equipo en el mercado de invierno. 
Al hilo de ese mercado felizmente cerrado ya e incapaz, por tanto, de generar más frustración en la afición granate no puedo olvidar las palabras de la dirección deportiva del Pontevedra acerca de Darío Flores. Sobre el uruguayo (con un currículum esperanzador por haber militado en equipos importantes de Sudamérica, de eso no hay duda) se nos dijo que venía para competir ya y ayudar desde el primer momento.
Dos semanas después sólo se le ha visto frente al antipático Escobedo en la todavía más antipática Copa Garrafón y con algunos problemas de velocidad que no auguran nada demasiado bueno.
Sobre Eder Díaz se llegó a decir también desde dentro de la entidad que llegaba un delantero con potencial similar al de Mario Barco (toma del frasco, carrasco) aunque lo cierto es que en Liga solo ha jugado los descuentos de los dos últimos partidos. Sí fue alineado en el partido de la “garrafona”.

Sea como fuere y venga la prima de donde venga, lo que desgraciadamente constituye una realidad palmaria es que junto a la primita también se alinean un regimiento de “primos” entre los que me incluyo como principal exponente de dicha cofradía.
Somos (los de la cofradía de los “primos”) aquellos que a pesar de los ridículos y espectáculos indignantes fuera de casa nos seguimos esperanzando cada vez que el Pontevedra empieza un partido como visitante y nos sentamos ante la televisión (si ello es posible) o nos ponemos los auriculares en los oídos confiando en que esa vez sí  nuestro equipo se va a comportar con la responsabilidad y aplomo que su historial exige.
Somos los de la cofradía de los “primos” inasequibles al desaliento y si no lo creen ahí van unas estadísticas que les dejarán helados.

Esta temporada el Pontevedra ha disputado fuera 36 puntos en doce partidos y ha logrado la “maravillosa” cifra de 5 puntos en dichos desplazamientos.
En esos doce partidos (ocho derrotas, tres empates y una victoria) no ha conseguido marcar en nada menos que ocho y solo en uno, Guijuelo, ha logrado más de un gol.

Para mear y no echar gota, dicho con el mayor respeto del mundo.

Pero es que no se queda ahí la cosa.

Si a esos datos de esta misma Liga unimos los de la Liga pasada entera podrán comprobar, queridos lectores, como los miembros de la cofradía de los “primos” somos susceptibles de ser galardonados con la próxima edición del premio “Santo Job” dedicado a la paciencia y al estoicismo humano.
Si sumamos, les digo, los datos del año pasado obtenemos lo siguiente: 93 puntos en juego y solo ¡19 obtenidos!, 31 partidos y apenas cuatro victorias!!.

De verdad que no se entiende como a nadie dentro del club se le cae la cara de vergüenza.

Con esta fragilidad exasperante fuera, el play off de ascenso del año pasado solo se consiguió a base de compensar ese dato con una temporada en casa extraordinaria pero esta campaña con unos datos como locales simplemente normales la situación no puede ser diferente a la que tenemos, es decir, ver el descenso demasiado cerca.

Sobre el partido de ayer no se puede decir mucho más que no sea que el Pontevedra se dedicó a practicar una vez más el “cuñadismo” dominguero.
La versión de dicho “cuñadismo” alcanzó su grado álgido esta Liga en el campo del Guijuelo en el que dilapidamos tres goles de ventaja en un cuarto de hora y dos en otros tantos minutos de descuento.
No se quedó atrás el “cuñadismo” en Ponferrada, ciudad en la cual con el tiempo ya casi consumido y con falta a favor fuimos capaces de perder el partido disputando un último minuto calamitoso.
Otra versión del “cuñadismo” más rancio y exasperante consiste encajar al principio de los partidos lo que hemos hecho, por ejemplo, en Bouzas, Toledo, Majadahonda o Vigo.

Lo de ayer también tuvo guasa.

Veamos, tenemos una falta a favor para ponerla sobre el área contraria. Ese jugador que algunos dicen que tiene un guante por pié pero que ayer utilizó una especie de “pata de palo” para sacar dicha falta no logra levantar el balón más allá del tobillo de un rival que no desaprovecha el obsequio y pone la primera piedra para organizar la contra mortal que nos vuelve a dejar con un palmo de narices.
Eso sí, todo convenientemente aderezado con noventa minutos en los que no se lanzó a puerta contraria ni una sola vez.
¿Somos o no somos auténticamente “gili..cua” los miembros cada vez más escasos de la cofradía de los “primos”?

En fin.

Con este panorama tan desolador como visitantes los seis partidos que nos quedan en casa se antojan como decisivos a la hora de “salvar el cuello” esta dichosa campaña.
El primero de ellos se jugará el Domingo nada menos que contra un Racing de Ferrol que navega tan a la deriva o más que nosotros y que como ya escribí la semana pasada pondrá a prueba los corazones de todos los aficionados granates que miembros o no de la cofradía asistiremos al choque.
Sería muy importante que la lesión sufrida por Alex Fernández ayer se quede en un susto. Necesitamos personalidad en el terreno de juego y sin Kevin la baja de Alex gana en trascendencia.
Apriétense los cinturones porque vienen cuervas cerradas y las primeras dentro de apenas seis días en el Estadio de Pasarón.

1 comentario:

  1. Casi mejor que vuelva a ofrecer primas, porque parece que es la única manera de que esta banda de peseteros gane partidos

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