lunes, 26 de febrero de 2018

Otro resbalón foráneo


Solventado el “trámite” foráneo con otra derrota que a nadie que siga más o menos de cerca la actualidad del Pontevedra CF debe sorprender, se inicia una nueva semana que culminará con otra nueva final para los nuestros en Pasarón ante el Rayo Majadahonda.

Ayer en el campo del segundo equipo del Real Madrid el primer error grave que nos dejó casi noqueados para el resto del partido no fue nuestro sino de un colegiado que convirtió en pena máxima un resbalón de un jugador blanco en área granate dejando a  casi todo el mundo tanto en Valdebebas como delante de los televisores con la boca abierta. 
Hasta ese momento el equipo no sufría casi nada atrás y de la mano de Añón y Jorge trataba de salir con peligro consiguiéndolo en un par de ocasiones en las que llegó con intención a los dominios del portero castillista.
Con ese penalti, sin embargo, cambió todo. Y lo hizo porque el Pontevedra cuando actúa de visitante no aguanta el primer golpe recibido en contra. A la más mínima contrariedad la resistencia granate se diluye como un azucarillo en café cargado y es incapaz de variar el resultado del choque hasta acabar ahogado en su propia impotencia y desesperación.

Es cierto que ese hundimiento total  y ciertamente intolerable no se produjo en Madrid con ese primer gol de penalti pero sí tras el segundo tanto encajado en la primera jugada de la segunda parte al defender de forma penosa un corner botado por el Castilla.
Con todo el segundo tiempo por delante el Pontevedra se consumió a fuego lento sin mostrar una mínima capacidad de reacción y sólo en un lanzamiento lejano de Mouriño despejado a la esquina en gran intervención por Zidane apareció nuestro equipo más o menos cerca del área capitalina.
Esa sensación desagradable de incapacidad y de equipo derrotado por los acontecimientos no hizo sino aumentar con el doble cambio efectuado por Luismi.

Ojo! no es que Añón o Alex González hicieran ayer grandes cosas sobre el césped de Valdebebas y también es cierto que con tres goles abajo era casi una quimera darle la vuelta a la situación pero todos los seguidores granates sabemos que esta temporada el ataque pontevedrés depende en gran parte de ellos y su relevo faltando todavía media hora para el final sonó a entrega total de las armas para preparar quien sabe si el partido del Domingo o las semifinales de la Copa “Garrafón”.

Lo mejor en la última parte del encuentro es que el Castilla falló dos o tres ocasiones muy claras que podrían haber producido todavía mayor sonrojo entre la parroquia granate y que el partido terminó sin ninguna lesión más que añadir a las que ya padece el Pontevedra CF alguna de las cuales está haciendo bastante daño por la importancia del jugador que las sufre.

Así las cosas, aquellos que todavía opinen que el Pontevedra no gana fuera por los deplorables campos en los que jugamos (sin tener en cuenta el patatal en el que se convierte desde hace años en invierno Pasarón sobre el que hemos vencido a Fuenlabrada y Racing de Ferrol) habrán comprobado que sobre uno de los mejores céspedes de la categoría el equipo ha vuelto a ser el mismo conjunto timorato, frágil y desquiciante que ya fue en escenarios como Bouzas, S. Sebastián de los Reyes o cualquier otro estadio en el que en los dos últimos años hemos ofrecido una imagen lamentable.

Esto no es normal (hace tiempo que dejó de serlo) y no parece que el club sea capaz de detectar cual es el verdadero problema para que este estado de cosas se prolongue tanto en el tiempo y la temporada pasada haya provocado que casi nos quedemos fuera de un play off que parecía asegurado y esta campaña nos esté arrastrando hasta las miasmas de la tercera división.

Como se dijo al principio, el Domingo toca otra sesión de sufrimiento en Pontevedra con la visita del segundo clasificado de la Liga.
Por obra y gracia de ese personaje que tenemos al frente de la LFP con sueldo astronómico (antiguo trabajador de próceres futbolísticos como Dimitri Pitterman o Ruíz de Lopera), la Liga de primera se decidirá en gran parte a la hora en la que el fútbol modesto celebra sus partidos con cada vez más cemento en sus humildes graderíos y el Pontevedra CF no será una excepción pues sospecho que a nadie se le ocurrirá en la entidad obrar en consecuencia y tratar de paliar los efectos de tal circunstancia.

Poco después de que Messi o Suárez intenten “vacunar” la Liga derribando ese muro de hierro llamado Jan Oblack o que Griezmann y Costa traten de buscarles las cosquillas a Piqué y Umtiti para mantener la competición viva, el Pontevedra CF saldrá al césped de su casa para lograr otra victoria vital que le mantenga a flote y no agrave hasta límites insospechados su agonía en la tabla.      
No veremos en Pontevedra ni a Leonel ni Antoine y sí a Carlitos o a Dani Pichín pero habrá que estar allí sin importarnos que la primera división entre en ebullición porque si al Pontevedra le dejamos solo en Pasarón, si sucumbimos a la poderosa tentación de disfrutar con las carreras y regates del rosarino o a la etiqueta y elegancia del borgoñés, entonces habremos dado otro paso para que la desidia y la incompetencia granate mostrada fuera pueda extenderse también como local y el descenso dejar de mostrarse como una amenaza para pasar a formar parte de la cruda realidad. 

5 comentarios:

  1. Fuera de casa seguimos siendo una banda, me da igual lo de que el penalti se lo inventara el árbitro, durante los 90 minutos dimos vergüenza. Tal y como está la clasificación, que Lupe vaya el viernes a la capilla del Nazareno a pedir las Tres Gracias por el equipo, porque a este paso la salvación va a ser jodida.

    Mención aparte para tu amigo Osvaldo que ayer volvió a hacer el ridículo con esa penosa entrevista en plan peloteo a Feáns, como descendamos aún es capaz de decir en la radio que él no ha sido responsable y no tiene culpa de nada...

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  2. Tras escuchar la tertulia de este mediodía en la que la persona a quien aludía el comentario anterior al mío ha hecho referencia me gustaría decir un par de cosas:

    -No tengo el gusto de conocer a Oswaldo en persona y francamente me parece algo injusto el comentario anónimo que se hizo sobre él. Pienso que en el momento que estamos pretender echar culpas cuando quedan tres meses de competición no viene a cuento, además de que cada uno tenemos nuestras opiniones y hay que respetarlas.

    -Al hilo de lo que comentaba antes, pienso que tal y como está nuestro equipo deberíamos dejarnos de historias y centrarnos todos en animar y apoyar para salir de esta difícil situación en la que nos encontramos. Tiempo habrá cuando finalice la temporada para analizar qué se hizo y pedir responsabilidades, pero ahora debemos estar todos juntos para que el Pontevedra salve la categoría a la que tanto nos costó llegar durante cuatro años.

    Dicho esto, ojalá que el domingo en Pasarón tengamos una gran entrada y que los tres puntos se queden en casa, nos estamos jugando mucho y debemos estar unidos. ¡Hai que roelo!

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  3. Si desde la emisora referencia en Pontevedra,no se apoya en estos momentos tan complicados,¿cuando se tiene que hacer ?.Hay ciertos personajes en la ciudad que solo se alimentan de carroña o a lo mejor es que tienen cuentas pendientes de otro tipo .En fin,
    Feans a logrado,con ayuda o sin ella,exitos deportivos en el Pontevedra y si al final se desciende que responda.Pero ahora no es el momento de destruir.

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  4. Máximo apoyo al gran profesional que es Oswaldo García, persona comedida a la hora de opinar y entrevistar, objetiva y que siempre suma. Enhorabuena por liderar los programas deportivos con buenos contertulios como Picallo, Cesar Pazos, Mariño, Felix, etc. Única excepción, el mayordomo de Luisito, Xaime Nogueira, que no tiene ni idea de lo más importante de un periodista, la imparcialidad y objetividad.

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  5. Una pregunta sobre lo de hoy (dejando a un lado lo ocurrido en el césped, de lo cual en estos momentos prefiero no hablar): ¿no se podía haber hablado con la Tvg para poner el partido una hora más tarde? Ha sido muy triste ver Pasarón tan vacío en un partido tan importante como el de esta tarde con solo 1500 personas. Esto no debería volver a repetirse

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