Poco más de un minuto,
eso es lo que aguantó el Pontevedra CF sin encajar un gol en el trascendental
encuentro jugado ayer en la ciudad de Toledo.
A partir de ese momento, (ya con el rival a favor de obra
y rota la posibilidad de que generar más descontento entre los aficionados
“verdes” que acabase por afectar a sus jugadores) asistimos al ejercicio de
impotencia e incapacidad granate en área rival que ya no es novedad pues era
propia también de la etapa técnica anterior.
No es agradable ni fácil poner semana tras semana por
escrito las inexplicables decisiones que se llevan tomando en el seno de la
entidad desde hace meses y que lejos de colaborar para sacar al equipo del
abismo parecen apropiadas para hundirlo más en una tabla clasificatoria cada
vez más implacable con el Pontevedra CF.
“Queremos reforzar la parcela central de la defensa en el
mercado de invierno”, ese era el “mantra” con el que incluso antes de que
comenzase Enero se esperanzaba a los seguidores pontevedreses.
Incluso a mediados de este mes se aumentó la apuesta
diciendo que no uno sino dos defensas centrales serían los que llegarían a la
ribera del Lérez para aportar más experiencia y saber estar a la retaguardia de
Luismi.
¿Cuál es la situación a tres días de terminar el mercado
invernal? El Pontevedra se ha desprendido de dos centrales y todavía no ha
fichado a ninguno.
Más sangrante resulta el caso de Bruno Rivada.
“No se marchará sin un sustituto en la plantilla que
cubra su baja”, se afirmó por los dirigentes cuando el interés del Mirandés en
el jugador y la receptividad de éste para con la oferta eran un hecho.
Pues no. Bruno se fue sin un central que lo sustituyera
incluso habiéndose lesionado muscularmente Adrián León frente al Cerceda y
siendo muy probable su baja para el partido de Toledo.
¿Se habría perdido ayer con Bruno sobre el césped? Pues a
lo mejor sí porque ya se perdió en Bouzas con el canterano de titular y
haciendo un mal partido.
¿Resulta de recibo que el Pontevedra haya afrontado la
final de ayer con un solo central específico y con Castro acompañando a Goldar
en el centro de la zaga cuando ni es su posición habitual ni apenas había
jugado ahí anteriormente? Sin duda, no. No es de recibo.
Por desgracia, hay más.
El Toledo incorporó dos jugadores nuevos la semana pasada
y ayer sobre el césped uno fue titular y el otro entró en la convocatoria.
Por el contrario, el Pontevedra decide hacerse con un
descarte del Coruxo (sí, del Coruxo) y a pesar de las bajas con las que
contábamos para el viaje ni siquiera entra entre los dieciocho jugadores
convocados para el partido.
Del otro fichaje, Nacho López, (que vino para jugar de
lateral) podemos decir que no ha sido capaz de ganarle el puesto a Juan en esa
ubicación y lo que es más desalentador tampoco a Marcos Álvarez en el interior
derecha, puesto en el que ha actuado en Liga en calidad de suplente.
Como colofón, el miércoles pasado en la dichosa copa
“garrafón” Jorge Hernández se “tira” los noventa minutos sobre la pesada hierba
de Pasarón y ayer es sustituido en el descanso tras disputar solo 45.
No, no es agradable escribir todo esto pero esto es lo que hay.
La sensación es que a 29 de Enero el equipo ni mucho
menos se ha reforzado sino que se ha debilitado y mucho tiene que cambiar la
cosa en estos tres días para que esa sensación no sea la que resulte definitiva
el día 1 de Febrero a las 00.00 horas.
No nos acabamos de enterar que el Pontevedra CF ha ganado
cinco partidos de veintitrés jugados y que necesitará como mínimo ganar seis y
empatar otros tres (siendo muy optimista con los números) de los quince que
quedan para por lo menos jugar el play out que cada vez aparece en el futuro
como mal menor.
El descenso se acerca cada vez más y no parece que la
actitud del club en este mercado invernal esté siendo la esperada para tratar
de evitar esta catástrofe deportiva que no se podría calificar de otra manera
que humillante.
Ojalá en estos tres días lleguen aunque sean dos
jugadores con un currículo apropiado y digno para afrontar esta situación.
Necesitamos refuerzos de verdad en estas últimas horas de
mercado porque de lo contrario nos vamos a despeñar y destrozar contra el suelo
de la penosa tercera división.