lunes, 27 de noviembre de 2017

Vaciando Pasarón

Ya he comentado en alguna otra ocasión que no es fácil ser incondicional del Pontevedra CF.

Este atribulado bloguero cuenta ya con casi 45 años a sus espaldas y los primeros recuerdos que se acumulan en mi memoria en relación al equipo granate se remontan a la temporada 80/81 en la que se consumó un descenso a tercera división el mismo año en el que Celta y Deportivo que habían jugado esa Liga con nosotros ascendían de manera directa a la segunda división.

El Pontevedra había dado con sus huesos en la recién creada división de bronce en el año 1977 y desde entonces a lo largo de estas cuatro eternas décadas su andadura ha estado unida de forma perenne a esta maldita categoría y a la tercera división con el único oasis salvador de la campaña 2004/2005.
Los que tengan la oportunidad y el tiempo para ello pueden investigar un poco y darse cuenta que nuestro caso no tiene parangón con la inmensa mayoría de los clubes denominados históricos que alguna vez disfrutaron la máxima categoría de nuestro fútbol.
Casi todos esos equipos han disfrutado con más continuidad de la división de plata del balompié español y han podido regenerarse y coger fuerzas para cuando las cosas han venido mal dadas y tocaba fajarse en el barro de la 3ª o la 2ª B.

En nuestro caso no. En nuestro caso tocamos la segunda tras un laborioso y complicadísimo ascenso pero desperdiciamos nuestra presencia en el fútbol profesional cuajando una temporada pésima en todos los sentidos que nos devolvió a un pozo del que no hemos vuelto a salir ni trazas parece de que estemos cerca de hacerlo.

Digo todo lo anterior porque resulta muy difícil encontrar a una afición con estas dosis tan elevadas de paciencia y fidelidad (aunque por desgracia cada día esos fieles son más pocos) con tan poca devolución por parte de un equipo que ha proporcionado en estas cuatro décadas tan exiguos éxitos y tan variadas y numerosas decepciones cuando no fracasos.

Zarandeada desde hace casi diez años por una nueva crisis económica muy grave, la institución se vio en su día sumida en una paupérrima tercera división en la que equipos que jamás podrían haber soñado siquiera con enfrentarse al Pontevedra lo humillaban en el campo a base de resultados que para siempre quedarán en los anales de nuestra historia.
Hace tres años se consiguió abandonar " el subsuelo del sótano" con un ascenso que a pesar de lo que piensan algunos supuso un alivio más que una alegría y que simplemente devolvía al Pontevedra al lugar mínimo en el que tiene que estar por todo lo que rodea el club, una segunda división B formada por nada menos que 80 equipos.

La temporada pasada se trabajó bien en los despachos y sobre el césped y se consiguió una clasificación meritoria para un play off de ascenso a segunda  a pesar de que la misma se logró con una cifra de puntuación, 60, nada habitual para acabar cuartos a final de una campaña.

El trabajo de esa campaña y el de la anterior (en el que manteniendo el bloque de 3ª e incorporando cinco jugadores que dieron un rendimiento importante se realizó una temporada de regreso muy digna)  no justifica, sin embargo, el desbarajuste que acusa el equipo en esta temporada 17/18 y que de no corregirse a la mayor prontitud posible podría devolvernos a una situación de la que muy posiblemente no habría ya ni fuerzas ni posibilidades para recuperarse.

Si es cierto (repito, si es cierto) que este año se han invertido 90.000 € más que el anterior en la composición de la plantilla es que mucho nos hemos equivocado o, utilizando la terminología de un director económico de infausto recuerdo para el club, mucho nos hemos relajado en el diseño del Pontevedra CF actual.

No se trata de pretender que jugadores como Barco cuya continuidad en el club era imposible al estar cedido por un segunda y quedársele claramente pequeña la categoría o Bonilla al que vino a buscar todo un Mallorca de paso transitorio y accidental por la 2ªB, se hubieran quedado un año más a la ribera del Lérez. Eso era imposible y negarlo sería de estúpidos.

Algún matiz más podrían tener las bajas de Trigo y Abel Suárez por el que no se sabe si se hizo el esfuerzo requerido o la gestión en la renovación de un Miguel Loureiro que también es verdad no puso mucho de su parte para renovar por una entidad que le medio recuperó para el fútbol tras marcharse rebotado del Celta.

De lo que si se trata es de saber si se ha elegido bien a los sustitutos de estos jugadores tan importantes para el Pontevedra y desafortunadamente cuando ya agoniza el mes de Noviembre se puede decir que esas elecciones han sido todas ellas equivocadas.

El Pontevedra volvió a jugar ayer sin laterales. El único que había para la derecha no rendía y además ahora se ha marchado por razones que todavía se desconocen dejando esa ubicación o bien para un "casi extremo" como Alvarez o un central como Goldar.  
Por la izquierda la lesión de Jimmi nos ha dejado igualmente cojos ante las dudas sobre el rendimiento de Castro y ayer otra vez fue Alex González (que volvió a ser el único en la segunda parte capaz de hacer trabajar a la defensa contraria) el inquilino del lateral zurdo.
Y digo lateral porque a pesar de que la idea de Luisito ayer era la misma que el día del Navalcarnero, es decir, jugar con tres centrales y adelantar a los carrileros a medio campo cuando el balón fuera nuestro, lo cierto es que al menos en la primera mitad a la hora de defender tanto Alex como Alvarez debían retrasar su posición y ocupar posiciones evidentemente más defensivas, labor para la cual volvieron a tener innumerables dificultades.

Con Alex en esa posición que merma su capacidad ofensiva, con Añón desconocido e incapaz para desbordar en ningún momento y Jorge igualmente "missing" en esa posición excesivamente volcada a la izquierda que ocupó en el primer tiempo, la consecuencia no podía ser otra que la nulidad más absoluta a la hora de no ya de elaborar cierto fútbol por el medio (Prosi tampoco estaba ayer para muchas alegrías) sino de dotar al juego de un mínimo de ritmo o velocidad que pudiera desarbolar a un rival interesante en ataque pero bisoño y vulnerable en su zona de retaguardia.

La primera parte, en fin, resultó descorazonadora y la impotencia exhibida por los nuestros casi infinita. 
La gente que ya empieza a cansarse silbó en diferentes ocasiones a su equipo no sólo por su incapacidad para generar algo en la ofensiva sino también por su endeblez defensiva que no costó algún gol en contra gracias al guardameta granate.

Tras el descanso todo siguió igual hasta que Luisito decidió efectuar el primer cambio. Berrocal entraba al césped y Jorge especialmente ausente ayer salía del terreno de juego.
Realmente con el cambio el Pontevedra no cambió en exceso su sistema. León, Bruno y Presa siguieron hasta el final ocupando una línea de tres centrales (lo que se echa de menos a Kevin en medio campo, por cierto). No obstante, Berrocal pasó a ocupar la delantera junto a Etxániz, Añón oficiaba de media punta y los dos carrileros se dedicaron a partir de ese momento más a atacar que a defender.

Y ahí surgió Alex González y sus constantes arrancadas por banda izquierda que trataron de desarmar a la defensa rival consiguiéndolo en ocasiones como en una internada que terminó en el corner rematado a gol por Etxániz.
Lejos de cerrar el partido con esa ventaja, el Pontevedra fue incapaz de sostenerla ni siquiera durante diez minutos y en la enésima jugada esta temporada en la que nos hacen daño por la parte de derecha de nuestra defensa, el Valladolid encontraba el gol del empate.

De ahí al final, más de Alex González y alguna que otra penetración de Marcos Alvarez desperdiciada por su desquiciante incapacidad para poner un centro en el momento justo o a la altura requerida.
Nervios, precipitación y nulidad de ideas reinaron durante los últimos minutos que por lo menos no trajeron otro "regalo" en forma de mazazo con gol a última hora de un rival que no mereció en ningún caso perder aquí y que logró con merecimiento su segundo punto fuera de casa.

Como ya he dicho en otras ocasiones el Pontevedra CF sigue perdiendo oportunidades para alejarse del abismo y poner tierra de por medio con el precipicio.

Quien se piense que el Racing, el Toledo o la Ponferradina no van a poner encima de la mesa billetes de considerable valor en el mercado de invierno para salir de la quema está equivocado.
A nosotros nos tocará también tomar medidas y tratar de corregir la serie de equivocaciones que se han venido cometiendo desde el final de la pasada temporada y que muchos aficionados granates preveían con sus comentarios tras cada una de las incorporaciones. 

Pintan bastos y a este bloguero le da la impresión que en el club todavía no se han enterado. 

Más vale que lo hagan cuanto antes.
O se toma conciencia de la situación ya o a lo mejor nos acordamos demasiado tarde y no se podrá poner remedio a una clasificación que es muy preocupante desde hace semanas.   



    
   

3 comentarios:

  1. A mi lo que me sorprende es que viendo espectáculos tan bochornosos como el de ayer es que aún sigamos yendo al estadio (aunque creo que lo de los 2000 que dicen las crónicas no es correcto, cada vez se ve menos gente en Pasarón y como esto siga así más todavía)

    Lo peor de todo es que uno escucha a Feáns y parece que aquí no pasa nada, que estamos en Disneyland y todo es paz y felicidad.

    Por desgracia Félix esto ya se veía venir desde pretemporada, el nivel de la plantilla es bastante peor que la de hace un año y si a eso le sumamos que el que para algún iluminado que comparte tertulia contigo "el mejor entrenador del club en el siglo XXI" parece que ha perdido los papeles como con el numerito de la "dimisión" más alineaciones y planteamientos absurdos y penosos como el de ayer contra el Valladolid B, pues así está el patio.

    Independientemente de lo que suceda en las tres jornadas que faltan para acabar 2017 queda claro que en el mercado invernal hay que tomar decisiones importantes, porque como no reaccionemos esto se puede poner muy negro y ya se sabe cómo suelen terminar las cosas cuando un equipo empieza a meterse en la zona baja con problemas...

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  2. Los pitos a los jugadores son una respuesta clara de la afición a la medio-espantada de Luisito, que dejó a los jugadores "a los pies de los caballos".
    Y empiezo a creer a que hay una especie de "acuerdo en la sombra" entre la directiva y los medios de comunicación: estos repiten cada domingo que van 2000 aficionados al campo y aquí paz y después gloria, cuando cualquiera que se acerque un domingo a Pasarón se da cuenta que en realidad rondamos los 1000. La política de promoción o de comunicación social brilla por su ausencia: un mensajito de facebook y un tuit el viernes y el sábado y listo.

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  3. Me alegra ver que hay gente como Grada Sur que coincide conmigo en lo que comentamos de los datos de asistencia a Pasarón, aprovecho además para comentar ese detalle del tema redes sociales, con una política de comunicación lamentable (ya podían aprender en Pasarón de gente como las que llevan las redes sociales de Teucro y Cisne, por poner un par de ejemplos de nuestra ciudad).

    Y hablando precisamente de redes sociales aquí dejo (espero que a Félix no le importe que ponga un link de otra web), un tweet de una cuenta en la que se dan estadísticas de las interacciones de los clubes del grupo el pasado mes de octubre.

    https://twitter.com/DeporFinanzas/status/934058510048006144

    Echad un vistazo y que cada uno saque sus conclusiones...

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