lunes, 21 de noviembre de 2016

El mapa del caos

Acabo de terminar una trilogía muy original cuya temática nos introduce de lleno en un mundo de aventuras y de ciencia ficción. 
En realidad, hablar de un sólo mundo no describiría acertadamente estos tres libros escritos por Félix.J.Palma. 
Y no lo haría pues este escritor juega en estas novelas con los saltos en el tiempo y en el espacio de tal forma que al final nos encontramos con la posibilidad de que existan infinitos universos en muchos de los cuales habiten "realidades" muy parecidas entre sí con diferencias casi anecdóticas y en otros esas "realidades" sean bastante dispares y nada coincidentes con el entorno al que estamos acostumbrados. En el último tomo, titulado El mapa del caos, tal situación amenaza con estallar y los protagonistas se las verán y desearán para arreglar tal desaguisado "multiversal"  

Después de presenciar el encuentro de ayer fácilmente se podría llegar a la conclusión que una pirueta espacio-temporal perteneciente a la trilogía citada hubiera tenido a bien materializarse en el Estado Municipal de Pasarón. Dicha pirueta habría conseguido que en el mismo sitio y a la misma hora hubieran coincidido sobre la hierba de nuestro campo los Reyes Magos, Papá Noel y hasta el simpático y escurridizo ratoncito Pérez.
No es sencillo explicar como se pueden conceder por los dos equipos tantos regalos defensivos y tanta "generosidad" para con el rival hasta convertir el encuentro en una especie de ruleta rusa controlada finalmente por el Pontevedra en los minutos finales al conseguir el 4-2.

Un Pontevedra CF que calcaba de inicio el mismo sistema que había plasmado con éxito el día del enfrentamiento contra el Palencia. Se volvía a los tres centrales con los dos laterales a la altura de medio campo en el que evolucionaban Abel y Trigo. Jacobo aparecía como solitario media punta y Añón y Barco oficiaban como delanteros natos.

Pero tienen razón los técnicos (y entre ellos nuestro temperamental Luisito) cuando afirman que por encima de los sistemas y la disposición táctica está la actitud de los jugadores y la forma en la que estos se conectan con el partido.
Y esa conexión futbolística de los granates ayer brilló por su ausencia durante casi todo el partido.
Especialmente grave fue la actuación defensiva de los nuestros en el primer cuarto de hora de juego. Al primer minuto un balón largo enviado por un rival sin presionar supera con total facilidad a los centrales granates y deja solo a Arkaitz (que había arrancado de su propio campo)  ante un Edu que no pudo evitar ser batido en el uno contra uno.
Desde el banquillo se apreció como Luisito recriminaba al portero no haber estado más adelantado en la jugada para achicar espacios y evitar la progresión del ariete rival pero lo cierto es que la pelota le "cayó" al delantero del Somozas muy cerca de sus botas y pudo conducir durante bastantes metros por lo que no parece que Edu pudiera haber llegado en ningún caso. Quizá si los centrales hubieran leído mejor la jugada y reculado unos metros justo antes del balón aéreo sí se podría haber evitado esta acción tan sencilla en su ejecución y que ayer costó el 0-1.

A diferencia del día de Osasuna B en el que el Pontevedra se rehízo de otro gol tempranero y pasó controlar el partido casi completamente, ayer no pasó ni mucho menos lo mismo.
No es que el equipo no llegara en ataque pues sí lo hacía al aprovechar las facilidades enormes que el rival daba para llegar por banda y colocar innumerables centros pero lo grave estaba atrás. El equipo estaba  inseguro y ni siquiera Capi (habitualmente sereno y experto) lograba tranquilizar a una retaguardia en la que cada pelota al espacio provocaba el pánico para el conjunto local.

Y para aumentar el desconcierto llegó un saque de esquina antes del primer cuarto de hora. Iván Pérez (que sigue manteniendo un toque extraordinario en el balón parado) bota el cuero y ni Edu ni Trigo aciertan a hacer bien su trabajo y permiten que Baleato remate sin oposición de cabeza para hacer un 0-2 que ponía más sorpresa todavía en el marcador.

A esas alturas los Reyes Magos, el "gordito" escandinavo y el entrañable roedor ya habían vaciado la mitad de sus bolsas de regalos pero sólo la mitad pues todavía quedaban presentes por repartir en abundancia.

Tras ese 0-2 presidido por otra de esas broncas monumentales de Luisito y acompañado por la contundente "sacada" de cazadora por parte del peculiar técnico teense, Mateu empezó a hacer ejercicios de calentamiento para una inminente salida al césped.

El Pontevedra seguía llegando con asiduidad al área rival y ya sea por tal circunstancia o por la confianza tremenda que este equipo desprende cuando juega en casa lo cierto es que el que esto escribe no acabó por ver perdido el partido en ningún momento. Y eso que los peores minutos llegaron tras ese 0-2 y arrancaron los primeros silbidos (no demasiado fuertes, eso sí) de la temporada.

Pero he aquí que alrededor del minuto 25 el sistema defensivo verdiblanco vuelve a mostrar falta de concentración y Trigo se encuentra con todo el tiempo del mundo para poner una pelota al área que es cabeceada con acierto y sin oposición por Abel Suárez para recortar distancias.
En la jugada previa al gol ya estaba Mateu dispuesto a salir al campo y la duda estribaba en saber si Luisito mantendría la idea de la sustitución o el primer gol le detendría. La respuesta llegó con la habitual energía y vehemencia que utiliza el técnico granate. Ante la interrogadora  (y algo temerosa por que no decirlo) mirada de "Secre", Luisito se abalanza sobre la línea de banda y reclama al assitente con inusitada urgencia el primer cambio de su equipo. (No lo haremos ahora pero la verdad es que la singular relación que guardan durante los partidos entrenador y delegado valdría para dedicarle una sola columna).

Entraba pues Mateu al terreno de juego y salía del mismo Capi. Este cambio propiciaba así mismo un cambio de sistema. Se pasaba a defensa de cuatro pero con Trigo al lado de Bruno. Kevin adelantaba su ubicación al mediocentro junto a Abel; Jacobo se iría a la izquierda, Añón a la derecha y Mateu a "picar piedra"arriba con Barco.

Pero la reacción granate a punto estuvo de irse a pique nada más hacer el 1-2 y producirse el cambio pues Bruno protagonizaba otro error de bulto al no interceptar un balón fácil que dejaba a otro atacante coruñés delante de Edu en posición pintiparada para volver a poner tierra de por medio. Pero he aquí que en ese instante apareció el de Tuy que en magistral intervención rechazó con una gran estirada el lanzamiento rival.

Tras el susto morrocotudo el Pontevedra siguió a lo suyo, es decir, nervioso atrás y punzante arriba. El cambio no pudo ser más acertado pues si el Somozas dejaba (o no acertaba a evitar) que el Pontevedra explotara sus bandas y asediase a base de centros la portería contraria la presencia de Mateu resultaba casi obligatoria.

Y así fue. Pasado el minuto cuarenta y después de que Jacobo ya hubiera rozado el empate con anterioridad, Añón vuelve a tener todo el tiempo del mundo para controlar desde la derecha, ver el panorama, respirar un poquito y sacar un centro que peina Barco en el primer palo y machaca Mateu desde el segundo en posición algo dudosa.

De Mateu me gustaría hablar un poco más en este momento. Confieso que cuando me enteré de su fichaje ya casi al final del plazo desconfié un poco de la operación. 
Guapo, alto, piel bronceada, "tirón erótico", vendrá aquí a correrse alguna juerga y volver a Mallorca en busca del solete mediterráneo -pensé mientras cerraba el periódico en el que se anunciaba su incorporación.. 
Mis primeras dudas sobre tan injusta opinión sobre él ya me asaltaron al coincidir en una tertulia radiofónica. Me pareció centrado, bastante cabal y sobre todo interesado en conocer datos que los que compartíamos micrófono le ofrecíamos sobre el presente y el pasado de la entidad. 
Pero esas absurdas dudas se despejaron totalmente al verle evolucionar sobre el césped. No, no se trata de que hayamos fichado a Luis Suárez o a Diego Costa pero sí de que este jugador se ha mostrado desde el primer instante completamente integrado en el equipo, pelea y lucha como el que más y aprovecha los minutos que le da su técnico para marcar goles que a la postre dan puntos. Sobre esto último, el empate a dos de ayer que resultó clave es buena prueba y sobre lo primero la jugada del 4-2 deja bien a las claras que este tipo ha venido aquí a hacerse un hueco y seguir progresando  en el mundo del fútbol. 
Y como este atribulado bloguero se equivoca muchas veces pero también le gusta reconocer a aquellos que se dejan la piel por sus colores, bueno es escribir que me encanta el trabajo que Mateu hace para el equipo. 

Se había conseguido empatar un 0-2 antes del descanso y hacerlo además sin tener el control real del partido y sufriendo mucho más de la cuenta en defensa. Pero lo cierto es que incluso pudimos marcharnos al vestuario por delante en una falta botada por Bonilla y sobre todo en un remate de Bruno que se estrelló en un poste de la portería contraria.

Si alguien se pregunta por el estado de las bolsas de nuestros protagonistas venidos a través del tiempo les diré que todavía a esas alturas quedaban algunas cajas empapeladas en el interior de aquellas.

Quien más quien menos pensaba que en el vestuario se hablaría y se corregirían errores respecto a la concentración defensiva y la autoridad a mostrar en el partido pero lo cierto es que si se habló (que supongo que sí) las conversaciones mantenidas no dieron sus frutos.

Y de ello nos pudimos dar cuenta muy pronto. En el segundo minuto de la segunda parte un nuevo balón largo (esta vez a ras de suelo) hacia Arkaitz algo escorado en banda propicia que este se marche con pasmosa facilidad de Bruno y entregue un balón de gol a un compañero que corría por el centro sin oposición y que casi a la altura del punto de penalti tuvo a bien golpear con excesiva mansedumbre al centro de la portería para encontrar las manos de Edu.

Seguían viniendo curvas, por tanto, aunque a raíz de esa ocasión del Somozas llegaron en mi opinión los mejores minutos del Pontevedra. Fueron aproximadamente veinte y duraron hasta el 65 de partido. En ellos el Pontevedra si se movió con algo más de sentido, logró el tercer tanto que culminaba la remontada y no fue inquietado por el equipo visitante. Ese tercer gol llegó tras jugada por la izquierda que desembocó en un pase a la frontal hacia Abel que filtra un buen pase al corazón de la zona de castigo para que un Barco de espaldas fuese medio agarrado por nuestro conocido Pablo y el balón llegase en el segundo palo hasta Añon que entraba en carrera rematase al fondo de las mallas un balón que antes rebotó en el portero del Somozas.

Incluso el propio Añón tuvo otra oportunidad tras una jugada en la que pudieron verse las virtudes de nuestras puntas. En esa jugada tanto Barco como Mateu tocaron de primeras y de espaldas para dejar sólo al pequeño atacante granate que envió a las nubes el balón con la izquierda.  

Pero he aquí que mediada la segunda parte llegaba el momento de vaciar por completo las bolsas de los "espectadores de excepción".
Antes un cambio. Jacobo dejaba su puesto a Alex Fernández. Esa variación provocó que Alex formara junto a Kevin y Abel por el centro y fuese Mateu quien cambiara su posición hacia banda izquierda.

Pero lo cierto es que en ese tramo del partido el Pontevedra volvió a perder el control por completo y si no se vio reflejada esta situación en el marcador fue por un lado por la falta de acierto del equipo de "Ferrol terra" y por otro por ese halo de infabilidad que mantiene esta temporada en los partidos de casa que propicia que se haya llegado hasta la fenomenal cifra de ocho partidos ganados en otros tantos disputados.
Fueron momentos del partido en lo que Bruno volvía a ser superado, Trigo demostraba que el rendimiento que ofrece en el mediocampo no lo está dando de central y en los que el rival conseguía superioridades continuas e inexplicables en banda y en la zona de tres cuartas partes del campo. No logró paliar esta estado de cosas el último cambio mediante le cual Mouriño pasaba a ocupar la ubicación de Abe. Súarez.

La más clara la tuvieron en una jugada en la que Kevin salvó bajo la línea de gol un lanzamiento con Edu batido y en ese mismo rechace el mismo jugador rival mandó fuera un balón que parecía más fácil meterlo dentro. Llegaron también los dos goles anulados (bien anulados) uno por clara mano del atacante en un salto previo al lanzamiento de gol y otro por un fuera de juego sin discusión posible.

Pero la sensación era de desbarajuste total y de que la cosa podía acabar con sabor amargo.  Pero en estas se llegó al minuto 87 y en un balón sin aparente peligro un defensa cede de manera demasiado relajada un balón a su portero. Mateu aprecia tal circunstancia corre tras esa pelota y fuerza al guardameta a realizar un despeje apurado que rebota en las piernas del balear y se le queda a placer a Barco para sentenciar el choque en el mismo instante en que el rey Baltasar dejaba su último regalo en el imaginario árbol sito en los aledaños de Pasarón.

Remontada vital, por tanto, la que el Pontevedra CF pudo cristalizar ayer en un mal partido. Vital para mantener la impoluta racha en casa y también por consolidar nuestra clasificación en un momento en que las diferencias entre los cinco o seis primeros se están poco a poco ensanchando.

Pero tiene razón Luisito (y cuando la tiene hay que dársela) ayer se ganó pero no se hizo un partido para ganar. Quizá un equipo con más confianza que el Somozas nos hubiera aplastado ante tantas facilidades y eso es algo que no nos podemos permitir. Espero que hayamos aprendido la lección y que la próxima vez que juguemos en casa volvamos a dar esa imagen autoritaria que hasta ahora era casi lo habitual.

Entremedias llega un nuevo desplazamiento y supongo que otra sesión de sufrimiento a tenor del rendimiento que estamos ofreciendo fuera.
Lo sabemos todos pero hay que decirlo ganar nos dispararía aun más en la tabla y conseguiríamos nueve puntos de margen con el equipo de O Vao que ahora es séptimo en la clasificación.

Pero para llegar a ese resultado hay que realizar un partido serio y riguroso ante los de Rafa Sáez. 

El Sábado veremos que Pontevedra CF aparece ante el Coruxo y si de una vez por todas mejoramos fuera y nos hacemos acreedores a unos puntos que nos vendrían de perlas para llenar nuestro capazo ahora que llega el invierno con su viento y frío habituales.       
  

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario